Obtenido a partir de la maceración alquímica de las sumidades florales de la Hierba de San Juan en aceite de oliva virgen de primera presión en frío. Según la antigua tradición alquímica la recolección de la planta en el día de San Juan, justo en el momento de su floración, permite la obtención del mayor rendimiento de extracción. Este aceite 100% natural posee un enorme poder regenerador de las células cutáneas castigadas por el envejecimiento o cualquier agente externo. Suavizante, hidratante, reestructurante y dermoprotector. Permite tratar todo tipo de alteraciones y lesiones cutáneas como las cicatrices favoreciendo la recuperación del tejido.
El hipérico, llamado también hierba de San Juan, corazoncillo o hierba militar, es de intenso color verde, salteado por el amarillo deslumbrante de sus pequeñas flores. Actualmente, elaboramos este precioso aceite siguiendo meticulosamente las normas de los antiguos alquimistas. Así, tras su recolección en el momento astrológico adecuado, los maceramos al sol y a la luna para que alcance el color rubí que lo caracteriza y que es el aval de su naturaleza, pureza y más alta calidad.
Se trata de un producto con una tarjeta identificativa única, su color intenso naranja-rojizo debido a la presencia de las diantronas, unos componentes químicos específicos de la planta entre las cuales se encuentran la hipericina y pseudohipericina. Dichos componentes que actúan como pigmentos naturales son realmente estables a la oxidación y son también responsables de las propiedades cosméticas de este aceite junto con el resto de fitoquímicos característicos de la Hierba de San Juan. Así, los taninos y la hiperforina confieren al aceite de hipérico una acción cicatrizante debido a su poder altamente regenerador celular a nivel epidérmico y también una acción antiséptica, moderando la inflamación en las zonas cutáneas dañadas.